Prácticamente todos los seguros de comunidades multirriesgo cuentan con una cobertura de incendios. Según la descripción legal:
Un incendio es una combustión o abrasamiento con llama, capaz de propagarse de un objeto u objetos que no estaban destinados a ser quemados en el lugar y momento en que se produce.
En las comunidades de propietarios, los incendios más comunes se producen por fallos en la instalación eléctrica, sobrecargas en enchufes o por incendios repentinos por cortocircuitos de vehículos o maquinaria.
El seguro responde en estos casos, pero también en otras posibles situaciones de incendios provocados por negligencias o por ataques de terceros, lo que oficialmente se denomina malquerencia de extraños.
Ahora bien, la aseguradora no responde en caso de culpa grave del asegurado, ya sea por una falta evidente de mantenimiento o porque no la instalación no se encuentre en buen estado.
Asociadas a esta cobertura de incendios existen otras coberturas en las que la aseguradora puede ofrecer solucionar otros problemas relacionados con el fuego, como las labores de desescombro, la reparación estética de las zonas quemadas, la reposición de los extintores utilizados o incluso el traslado de los residentes en caso de que el edificio deba ser desalojado.
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